Estancia en un hermoso hotel en las montañas españolas. Las habitaciones ofrecen vistas a la impresionante campiña y la decoración rústica crea un ambiente acogedor. Disfruté de una deliciosa comida en el restaurante del hotel, donde pude probar la sabrosa cocina local de montaña. Además, pude participar en una clase de fabricación de queso, que resultó ser una experiencia divertida y educativa. Después de un día de actividades al aire libre, pude relajarme en el salón o en la terraza, disfrutando de las maravillosas vistas. Definitivamente recomendaría este hotel a cualquier amante de la naturaleza y la buena comida.

Aumento de precio en el momento de pagar.

El valor que obtuve por mi dinero fue excelente, la habitación era amplia y las camas muy cómodas. La ubicación en medio de las montañas y a una hora del mar era preciosa. El personal, especialmente Patricia, fue muy amable y atento. Además, el hotel estaba muy bien decorado y todo estaba muy nuevo y bien cuidado. Disfruté mucho de la piscina y tenía un bonito lugar para aparcar.

La oferta de desayunos podría mejorar. Aunque la cena fue deliciosa y abundante, el desayuno tenía poca variedad y nos ofrecieron una bolsa con una mini-magdalena, una manzana, un kiwi y una naranja, que no era suficiente para nosotros, especialmente porque queríamos participar en una carrera temprano por la mañana.

La habitación era preciosa, con unas vistas espectaculares. Patricia estaba pendiente de todo, muy amable. Hicimos el curso de queso con ella y nos encantó. El desayuno era muy bueno y tenía mucha variedad. Ubicación buena, cerca de Cangas y Covadonga. El acceso era algo difícil pero asequible. Repetiremos sin duda!

Me sentí seguro caminando por la noche, no tengo ninguna queja en absoluto.

Trato amable y servicial. Increíble entorno rural rodeado de naturaleza. Comida casera deliciosa. Instalaciones acogedoras y decoradas con estilo. Estancia idílica en una ubicación excepcional.

Una estancia maravillosa en este encantador hotel de montaña. El restaurante del hotel ofrece una experiencia culinaria excepcional, con platos sabrosos que no podrás resistir. Mi comida fue tan deliciosa que me sentí como si estuviera en el paraíso gastronómico. Además, la terraza del hotel ofrece unas vistas impresionantes, donde pude relajarme y disfrutar de la belleza de la naturaleza. ¡Definitivamente volveré!

Acceso incómodo.

quedamos encantados con la ubicación aislada de El Quesar de Gamoneo. Nos sentimos como en casa gracias a la atención del personal, la decoración y el delicioso desayuno. Las vistas y la tranquilidad del lugar nos conquistaron. Volveremos sin dudarlo.

las butacas en la habitación hubieran sido un detalle cómodo para descansar.

Fuimos con nuestro perro, Otto, y nos dieron facilidades para viajar con él. Patricia fue muy amable y cariñosa con Otto. Nuestra habitación, "Avellanu", era limpia, confortable y con unas vistas espectaculares. Recomendable la MP y la piscina después de hacer senderismo. Descubrimos este lugar con la app Dogvivant y lo recomendamos al 100%. Volveremos sin duda.

Estuve muy bien, no tengo ninguna razón para quejarme.

Experiencia inmejorable! Trato amable y atento, impresionantes vistas a las montañas, comida casera deliciosa y ambiente tranquilo. Recomendaciones de rutas y lugares de interés útiles. ¡100% recomendable!

No tengo nada negativo que decir.

Una vez superada la impresión inicial, de alojarse en un sitio muy apartado, cuando se hace el camino por segunda vez, se aprecia la tranquilidad del lugar, lo bonito del paisaje y la ubicación deja de ser un inconveniente. El hotel está situado en un entorno rural mágico, rodeado de naturaleza en cada uno de sus rincones. Ver los montes, pasear por los verdes prados y respirar aire fresco te llena de energía. El asfaltado de la carretera está en perfectas condiciones para acceder con cualquier vehículo. Las instalaciones maravillosas, una casa decorada con mucho estilo. Tomar un vinito con el delicioso queso de gamoneo alrededor de la chimenea es un plan perfecto para una noche. El trato recibido por los dueños y personal de desayunos y cenas. Todos muy amables. Las cenas muy ricas y caseras y para los que comen mucho, son muy completas. La tranquilidad de la zona y el paisaje. La habitación muy grande al igual que el baño y toda la casa decorada con mucho gusto. Si lo que estás buscando es desaparecer del mundo este es el sitio adecuado. Aunque un poco alejado las indicaciones para llegar son buenas y se llega a la primera. Lugar encantador donde puedes sentirte como en casa. Volveré sin dudarlo. Nos gustó la ubicación, la decoración, la atención del personal así como el desayuno. Hay un menú con dos primeros, dos segundos y dos postres a elegir, muy buenos. Se nota que hay un buen cocinero.

Nada negativo.

Me ha encantado el hotel rural al que fui de escapada. El lugar es perfecto para relajarse y disfrutar de la tranquilidad de la montaña. Las habitaciones estaban muy cuidadas y limpias, además tenían unas vistas preciosas. me encantó la comida, probé platos tradicionales deliciosos. La ubicación del hotel era ideal, cerca de rutas de senderismo y de los lagos. Sin duda, fue una experiencia maravillosa.

Pasamos un fin de semana perfecto en Gamonedo de Cangas. El Quesar de Gamoneo fue aún mejor de lo esperado, con paisajes idílicos, una anfitriona amable y atenta, y un ambiente relajado. La comida fue deliciosa y Patricia se aseguró de que tuviéramos todo lo que necesitábamos. ¡Volveremos seguro!

problemas con el precio de la reserva.

nuestra larga estancia en gamonedo de cangas fue increíble gracias a el quesar de gamoneo hostal. el lugar es un sueño rodeado de naturaleza y paz. los dueños son encantadores y sus perritos adorables. repetiremos el próximo año sin duda. gracias por todo ❤️

carretera de montaña para llegar

El entorno natural, la tranquilidad y la hospitalidad del personal. El desayuno y la cena deliciosos.Las vistas desde la habitación a la montaña.La limpieza y las instalaciones del hotel.

Situado en un entorno rural mágico, rodeado de naturaleza. Instalaciones nuevas y estupendas con vistas preciosas. Trato acogedor por parte de los dueños. Buena y deliciosa cocina.

Pasamos 4 noches en este encantador hotel. Fuimos con nuestro perro, Otto, y nos hicieron sentir como en casa. Patricia fue muy amable y nos facilitó todo para que la estancia con Otto fuera perfecta. La habitación, "Avellanu", era limpia, confortable y espaciosa, con unas vistas espectaculares. Recomendaría la media pensión si no se quiere conducir de noche. La piscina era ideal después de hacer senderismo. Descubrimos el hotel con la app Dogvivant y realmente lo recomendamos. Gracias por cuidarnos tanto. ¡Volveremos!

Recomiendo este lugar insistentemente.